Las estaciones de bombeo para la captación, transporte y distribución de agua son esenciales para trasladar el agua bombeada desde ríos y tratada en plantas de purificación, o la producida en plantas desaladoras, hasta las ciudades y los hogares. En la vida moderna, damos por hecho que el agua limpia estará siempre disponible al abrir el grifo.
Sin embargo, detrás de este gesto tan cotidiano, nuestras bombas trabajan de forma continua y a pleno rendimiento. Por ejemplo, algunas bombas de Torishima son capaces de transportar agua a lo largo de 140 kilómetros en regiones desérticas de Oriente Medio.